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Del 16 al 24 de junio Planeta Marino llevará a sus clientes y a los del centro Buceo Pandora al Mar Rojo. Puede parecer poco original, otro viaje más al Mar Rojo, un destino ya conocido por muchos. Pero no debemos, por cercanía, restarle la categoría que se merece: uno de los mejores destinos de buceo del mundo.
De hecho, hace poco hablábamos con nuestros compañeros de Light Monkey de EE.UU y les comentábamos que nosotros realizamos varios viajes al año a este destino. Al oir esto, sin necesidad de palabras solo con la expresión de su cara se podía adivinar la envidia y a la vez sorpresa que le causaba. «¡Ese es uno de los sitios de buceo que tengo que ir alguna vez en la vida!» Y es que para lo que nosotros supone un viaje de 5 horas en avión hasta el Cairo, más una hora a Sharm el Sheikh o Hurghada, para muchos buceadores del mundo supone cruzar un océano o incluso, estando en Europa, muchas más horas de vuelo.
Por esta accesibilidad, el Mar Rojo es posiblemente el destino «iniciático» para muchos buceadores españoles en lo que es un viaje de buceo. La zona Norte (el estrecho de Gubal y Tiran) ofrece puntos de inmersión para todos los niveles de buceo, con arrecifes rebosantes de vida, especialmente como los que encontramos en el Parque Nacional Ras Mohammed, y sin olvidar por supuesto los famosos pecios que se esconden bajo sus aguas. Pero un crucero de buceo no es solo una oportunidad para bucear hasta cuatro veces al día durante una semana. También es una oportunidad para desconectar. Mirando por la cubierta del barco el contraste del paisaje terrestre, desértico, contrasta con las aguas claras y cálidas y la biodiversidad del mar.
Asignado nuestro camarote y colocado el equipo en la zona húmeda la rutina del barco es sencilla de asimilar: despertar – bucear- desayuno- descanso- bucear- comer- descanso- bucear… así hasta la cena después de la inmersión nocturna, para terminar el día con una cerveza en una de las cubiertas disfrutando de la brisa marina y compartiendo las experiencias del día. Y en este trinomio de buceo-descanso-comida, si nos saltamos alguna inmersión ¡corremos el riesgo de volver con algún kilo de más! La comida, preparada por los cocineros egipcios es de gran calidad y variedad: arroces, carnes, verduras, postres, ¡y pescado delicioso!
Los barcos de la flota Snefro, de los más altos estándares de calidad y seguridad, y la tripulación siempre atenta son la guinda de un viaje redondo. Sin olvidar la comodidad de no cargar con el equipo de un lado para otro. Una vez que escogemos nuestro sitio en la zona húmeda, ahí quedará para toda la semana. Nos equipamos, buceamos, y al salir del agua dejamos el equipo en nuestro lugar para que se recarguen las botellas.
Por estos motivos, y por muchos más, todos los años vamos al Mar Rojo. Nuestro próximo viaje es en junio ¿te vienes?